Reden Hotel Foro solo apto para aquellos que esten dispuestos a disfrutar de la musica de este grupo..... Tokio Hotel!!! |
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| Die Schatten, Lauscher der Nacht | |
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Autor | Mensaje |
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BLUM Principiante
Cantidad de envíos : 97 Fecha de inscripción : 20/07/2008
| Tema: Re: Die Schatten, Lauscher der Nacht Dom Feb 01, 2009 6:26 pm | |
| Ostiaa y en la palabra chica tmb, me sale un link para el www.be2.es XD encuentra tu chica ideal XDD | |
| | | Andrusky Principiante
Cantidad de envíos : 310 Fecha de inscripción : 10/07/2008
| Tema: Re: Die Schatten, Lauscher der Nacht Lun Feb 02, 2009 3:12 am | |
| eing!!! eli de donde sacas eso?? tu ordenador esta majareta!!XDDD | |
| | | erika Principiante
Cantidad de envíos : 98 Edad : 37 Localización : buffff a tomar viento de todas las demas jejejeje Fecha de inscripción : 20/07/2008
| Tema: Re: Die Schatten, Lauscher der Nacht Sáb Mar 21, 2009 4:45 pm | |
| yo sé de una que se la ha olvidao colgar !!!!!!!!!! y no kiero señalar!!!!!!!CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA CUELGA | |
| | | Andrusky Principiante
Cantidad de envíos : 310 Fecha de inscripción : 10/07/2008
| Tema: Re: Die Schatten, Lauscher der Nacht Sáb Mar 21, 2009 9:43 pm | |
| weno venga te dejo aqui un par de capis...
Capitulo 11
Maria seguía tumbada boca arriba en su cama. Estaba pensando, incluso allí era incapaz de alejar de su pensamiento sus obligaciones. ¿Qué estarían haciendo sus compañeros?¿Qué tal le iría a Zac con su trabajo?. Lo único que la mantenía un poco tranquila era saber que se había traído para estudiar el material de las asignaturas que le habían quedado para septiembre, un pequeño maletín que contenía todos sus apuntes y ejercicios para repasarlo todo una vez mas, al menos allí con la paz y el silencio de su piso, dejando a un lado el ruido urbano de la cuidad, le ayudaría a concentrarse y aplicarse mas de lo que lo había hecho hasta ahora.
Aquella carga personal que se auto infligía empezó a hacer mella en ella provocándola un cansancio tremendo que la obligo a apartar aquellas ideas de su mente dejando paso a sus mas profundos y desconcertantes sueños, fue entonces cuando su perrita se acomodó un hueco en forma de media esfera que había trazado su cuerpo al girarlo sobre uno de sus dos costados, preparándose así a acompañar a su dueña en su letargo.
Llego a su playa, a la playa en que trabajaba, en la cual solo quedaba un pequeño rastro del que anteriormente había sido su lugar de trabajo, apenas quedaba ninguna presencia de la base que lo había soportado, el vendaval lo había destrozado todo.
Tras aquella imagen un enorme miedo la invadió, lo que la hizo ir hacia su apartamento lo mas rápido que pudieran sus piernas. Una vez allí tuvo que hacer malabares para entrar, los árboles de su avenida estaban todos torcidos o arrancados, en concreto uno se había derrumbado justo delante de su puerta, era un árbol enorme y tuvo que subirse sobre el para poder llegar a la cerradura.
Una vez dentro pudo observaba todos los destrozos que había. Las ventanas estaban rotas, lo que había dejado paso al viento que había removido todo lo que se encontraba dentro, aparte de que la mayoría de los muebles estaban mojados. Se dirigió a su armario, la única posesión preciada que tenía yacía allí intacto como el exterior. Aquel pequeño cubículo parecía estar protegido contra toda desgracia, pues no había nada que pareciera alterarle. Todo el miedo y pesar que hasta entonces la había rodeado empezó a amainar.
Tras aquella breve pausa, continuo su escrutinio por todo el armario en busca de algo que pudiera habarse estropeado, pero a simple vista no había ningún indicador. Volvió a posar la caja en su sitio y de un estante contiguo, saco una pequeña y alargada mochila en la cual se encontraba su portátil. La cogió con sumo cuidado y se apoyo sobre una de las paredes de la habitación, flexionando sus piernas a fin de encontrar un punto de apoyo para el ordenador. Lo encendió y se aseguro que funcionaba todo correctamente.
Después de verificar que todo se encontraba en orden, se dispuso a limpiar el destrozo de la tormenta. A causa de esta todo el piso estaba mojado y sucio debido a la mezcla que se había hecho entre el agua del mar y la arena, dejando todo de un color. Se proveyó de trapos, jabones, cepillos, etc, para limpiar el piso a fondo, entonces todo se volvió negro dejando lugar solo a una espesura opaca que no dejaba distinguir nada. Maria con sus brazos buscaba un punto de apoyo, una pared, algo a lo que sujetarse y algo con lo que alumbrar, pero por mas vueltas que daba, por mas que buscaba, sus manos parecían no estirarse lo suficiente como para efectuar algún cambio. La angustia y la desesperación la apresaron haciendo que el pánico que empezaba a sentir creciera más rápido por momentos. Oscuridad, una profunda oscuridad lo inundaba todo si dejar que nada...
Maria se despertó sobresaltada, con un movimiento abrupto se incorporo. Aquello alarmo aun más a Keria que se encontraba desde hacia rato observando a su ama sin atreverse del todo a acercarse. Se toco la cara, la cual noto más húmeda de lo normal debido al sudor que le había provocado la pesadilla. Se levanto al baño para lavarse la cara y de esa forma también espabilarse un poco. Allí noto que su cara no era el único sitio en el que se había hecho presencia el sudor, pues su camiseta tenia pequeños círculos de humedad, así que aprovecho y se quito la camiseta para ponerse una nueva. Salió del baño y en la puerta le esperaba su inquieta compañera pretendiendo aliviar un poco la desazón que sentía Maria. Al verla allí la cogió entre sus brazos y la acuno, aunque no estaba demasiado segura de sí sus intenciones eran para calmar a la perra o a sí misma.
Se fue a la sala de estar donde se encontraba su ordenador, el cual encendió esperando que su desconocido amigo estuviera conectado. Al menos con él podría comentar un poco el sueño y así desahogarse, pero tras terminar el inicio de sesión pudo ver que Lonely Phantom hoy no estaba conectado y que tampoco había recibido noticias de el, en verdad hacia ya casi dos semanas que no sabia nada de el, todo aquello la desanimo aun más. Entonces pensó que a lo mejor estudiando un poco apartaría aquella terrorífica imagen que se le había aparecido en sueños, nadando entre cuentas y teorías económicas podría mantener sus pensamientos controlados aunque solo fuera por un rato. Se trajo su pequeño maletín y lo abrió. Saco lo apuntes de microeconomía y empezó a ojear las hojas aunque sin éxito pues su sueño se le aparecía en fugaces e intermitentes flashes.
Tras varios intentos fallidos, opto por dejarlo ya que por mucho que lo hubiese intentando aquello tampoco no había funcionado. Empezó a caminar nerviosa a lo largo y ancho de la pequeña sala de estar buscando la forma de abstraerse de aquello, pero ningún plan parecía ser lo suficiente bueno como para que lo pudiera conseguir. Su impaciencia se hacia manifiesta irritándola cada vez mas, en un momento que se giro a la ventana se percato de que la noche hacia rato que había aparecido, y entonces pensó en su antiguo chiringuito y que aparte de sus dos amigas habría mucha mas gente con la que hablar y evadirse, aquella idea la alentó lo suficiente como para ponerse en marcha, así que rápidamente se cambio a un pequeño traje de baño, se ato su pareo a la cintura y cogió a su perrita destino a su próxima parada, la playa.
Salió de allí y se dirigió al paseo marítimo. Caminaba sola por las atestadas calles de la ciudad. Ver a la gente alegre divirtiéndose a su alrededor acentuó su sentimiento de soledad, un sentimiento del cual había intentado huir sin tener éxito alguno. Se concentro en su pequeña compañera, esta caminaba de forma danzarina alrededor de sus piernas, inquieta y excitada por todo cuanto veía, entonces Maria intento empaparse un poco del entusiasmo que la perrita mostraba. Por lo menos una de las dos disfrutaba de aquello.
Tras unos minutos de caminata desganada, consiguieron llegar al puesto de la playa, donde había dos chicas sirviendo copas incesantemente, como si de una coreografía se tratase.
- ey! ¿Qué pasa? – Maria puso mucho énfasis en su saludo tratando de esconder su verdadero estado - hombre! Mira quien se digna a dejarse ver por estos lares - que pasa princesita ¿se te había olvidado el camino? ¿Que horas son estas de hacer aparición en escena? - ya veo que vuestro ingenio no ha cambiado – dijo Maria ante la socarronería de sus amigas - ¿no habrás estado compadeciéndote en tu piso hasta estas horas, no? - se supone que estoy aquí de vacaciones, seria un poco estúpido que me escondiera en mi piso ¿no os parece? - Anda no sabíamos que ya hubieses aprendido lo que significaba esa palabra – dijo de forma taimada Tamara - ¿qué? - que ya has aprendido lo que son las vacaciones, solo te ha costado toda tu vida – siguió con el vacile erika - si, si, muy graciosas chicas – la situación incomodo un poco a Maria – a ver ¿tenéis algo nuevo por aquí? - ¿nuevo?, si bueno por si no lo habías notado ya no hay tres camareras – Tamara insistía en ironizar con la situación - me refería a los combinados. ¿Tenéis alguna mezcla nueva o seguís con los mismos patéticos preparados de siempre? - vale, vale, como nos ponemos – erika pareció un poco molesta por la pregunta de su amiga – pues veras tenemos uno nuevo, pero creo que es demasiado fuerte para tu frágil... - ¿qué quieres decir? - ¿yo?, nada, el alcohol es una gran tentación para ti, ¿estas segura de querer caer en sus redes?, ¿sabes que no es la respuesta a tus problemas? - vaya, no me había dado cuenta de que tenia por amigas a dos psiquiatras – añadió Maria con sarcasmo – anda ponme eso nuevo que tenéis por ahí, tengo ganas de probar algo nuevo - luego no valen quejas ni reclamaciones eh!! Que nos conocemos, las resacas serán culpa tuya - tomo nota – termino por afirmar Maria decidida – por cierto ¿qué es lo que lleva? - No, no, no, lo sentimos, es un secreto profesional, los clientes no pueden saber que lleva el preparado, es un especial, y por lo tanto es sorpresa - venga chicas no seáis así, yo no soy una cliente normal - Cierto, pero técnicamente ahora solo eres una cliente, así que nos atenemos a las normas, creo que las recuerdas no? - sois perversas - si creo que ese es nuestro segundo apellido no erika? - oh yeah... - va, pero si no os dais prisa puedo morir deshidratada - joe! Estamos exigentes – le dijo erika ante la impaciencia de esta – toma aquí esta, prueba
Maria le dio un gran sorbo a la copa que habían colocado en frente de ella
- esto... Puagg... Esto esta realmente asqueroso - uy! Perdona, creo que no lo he removido – erika se acerco deprisa al vaso que sostenía Maria arrebatándoselo para removerlo - la madre que te parió - es que con tanta presión no se puede trabajar bien, a ver prueba ahora - uhm... – Maria le dio de nuevo un sorbo a su copa - esto... Mmm... – volvio a coger otro sorbo para cerciorarse de que su impresión era acertada - esto esta de muerte - es parte de nuestro encanto ya lo sabes – tamara siempre se encargaba de cerrar los temas de conversaciones con frases cargadas de narcisismo - tenéis que decirme que es lo que lleva - sustancias poco recomendables para una respetable jefa de equipo - ya - si, no quisiéramos que te nos corrompieras, ojos que no ven corazón que no siente
Tras la afirmación de tamara, las tres estallaron simultáneamente en abiertas carcajadas.
- bueno bebidas a parte, ¿nos vas a decir de una vez que es lo que te preocupa o vas a seguir fingiendo que no pasa nada? | |
| | | Andrusky Principiante
Cantidad de envíos : 310 Fecha de inscripción : 10/07/2008
| Tema: Re: Die Schatten, Lauscher der Nacht Sáb Mar 21, 2009 9:44 pm | |
| Capitulo 12
El día se despertó pesado y cansino. Maria se arremolinaba entre su sabana gastando los últimos minutos de su descanso. Había sido otra noche mas de sueños intranquilos. En su mente parecía que se había grabado a fuego aquella imagen sombría, ni siquiera la juerga con sus amigas la había conseguido disipar del todo la desazón que le provocaba ese tétrico recuerdo.
En las tres ultimas semanas no se podía decir que hubiera avanzado mucho en sus propósitos, relajarse y estudiar. Sus apuntes seguían guardados en el mismo maletín en el que los había traído y no los había tocado desde la noche de la primera pesadilla. Sus días habían pasado meditorios e insulsos rodeada de cocktails y mar. Algunas conversaciones banales le habían hecho compañía efímeramente, pero aparte de eso la mayor parte del día la pasaba acompañada de sus pensamientos y por como empezaba el día no parecía que fuera a ser muy diferente de los anteriores.
Se dirigió a la cocina para prepararse su café matinal, pero cuando abrió la nevera se dio cuenta que el ultimo litro de leche se le había acabado el día anterior y no había comprado mas, así que no tenia para prepararse su café. Aquello la mosqueo muchísimo y lo peor es que su cabreo era contra ella misma pues era la única culpable. Se resigno y bajo a la cafetería del paseo para poder desayunar algo decente, aunque tuvo que bajarse sola ya que en la cafetería no admitían animales de ningún tipo, ni siquiera en la terraza.
Llego a la cafetería y se sentó en una de las mesas del rincón, le apetecía estar apartada de la raza humana otro rato mas, disfrutar de su tan corriente soledad. Una camarera se le acerco para tomar nota. Maria pidió un café con leche con una tostada, tras eso la camarera volvió al interior para prepararlo
- Hombre! No te esperaba por aquí - Ah! – exclamo desganada Maria – ¿qué haces aquí Tamara? – pregunto un poco confundida - Dar un paseo - Un paseo algo lejos de tu casa ¿no? – Maria miraba con incredulidad a su acompañante - Que yo esta parte de la isla no es solo tuya – Tamara se había puesto a la defensiva - Eso ya lo sabia, pero teniendo en cuenta que toda la zona de recreo esta cerca de tu casa, ¿qué es exactamente lo que te ha atraído hacia esta zona?
Aunque Maria vivía muy cerca del paseo marítimo, toda la parte de atrás eran edificaciones y calles con muy poco atractivo, tan poco que a nadie se le ocurría pasear por allí.
- esta bien – dijo Tamara mientras se acomodaba en una de las sillas que había en la mesa de Maria - quería hablar contigo - ¿hablar conmigo? ¿Sobre que? – Maria temía mas que cualquier otra cosa la contestación de Tamara - sobre ti – sentencio esta ultima - ¿qué hecho algo que te moleste? – intento desviar el tema de forma que no sugiriera hacer una introspección a si misma - mas que algo que me moleste, algo que me preocupe - venga, sabes que estoy bien – dijo Maria poniendo cara alegre – estoy aquí de vacaciones, tomándome un tiempo para mi solita, todo es estupendo - ¿eso lo dices por mi o para convencerte a ti misma? - te digo la verdad – respondió esta, quien empezaba a inquietarse por momentos - venga Maria, nos conocemos, no estas bien. Tus ojeras empiezan a ser preocupantes, te has vuelto autista. Todo el día cabizbaja. Estas en tu pompa, en otro mundo totalmente paralelo. – la exposición de los hechos había dejado atónita a Maria, pues no pensaba que fuera tan notorio – dime que es lo que te preocupa, pero en serio, sabes que estoy aquí para cuado necesites algo
Tamara poso sus manos sobre las de Maria en gesto de apoyo y confianza.
- estoy bien, en serio – le dijo seriamente apartando sus manos - como prefieras, pero yo creía que confiabas en mi, veo que me equivoque – Tamara giro sobre la silla dispuesta a marcharse - yo... confío en ti... y en erika... eso ya lo sabéis - y entonces porque te ocultas, encerrarte en ti misma no te hace ningún bien y si no te ves capaz de compartirlo es porque no te fías - Tamara, no es eso... - entonces ¿qué es?, porque hay quien te entienda - ya sabes que tiendo a la dramatización de todo, que me rayo por tonterías, y no tengo derecho a marearos por mis paranoias, además vas a creer que es una chorrada - no crees que eso deberíamos decidirlo nosotras - supongo que si – Maria bajo la mirada, aun indecisa - bueno creo que sabes donde encontrarme, has... - es la tormenta, me persigue - ¿a que te refieres? ¿Cómo que te persigue? - desde hace dos meses no hago mas que soñar con aquella noche, pero son sueños asfixiantes. Es horrible, me despierto alterada y nerviosa, pero las pesadillas son cada vez peores - es normal que te altere, fueron días difíciles - si pero no es el hecho de que sueñe con ello lo que me altera. Es como si se tratara de un enigma, como si tuviera que buscarles algún sentido, pero siempre termino en un punto muerto. - vale, y que ver cuando sueñas - veo aquel día. Como lo viví. Solo veo los instantes posteriores a la tormenta, cuando el tiempo se calmo, pero cuando parece que voy a descubrir algo nuevo, zas!, se queda todo a oscuras e instantes después me despierto. - ¿no has pensado que a lo mejor sabes la respuesta pero no lo quieres aceptar? Y que por ese se quede todo oscuro - no, no es posible, tengo aquel día gravado en mi memoria, lo recuerdo como si hubiera pasado ayer. Con lo que si la respuesta estuviera después lo sabría, porque estando despierta continuo reviviendo el día, repasándolo todo, pero es solo uno de los días de mi vida, sin nada especial. No entiendo porque me atormenta - a lo mejor has olvidado algún pequeño detalle, o sea simplemente un sueño que se te repite con mucha frecuencia – aquello ultimo lo dijo en tono desenfadado, quitándole cualquier signo de seriedad al asunto - ves, lo sabia – dijo Maria indignada - ¿qué he hecho ahora? - crees que lo estoy exagerando – insinuó Maria mostrando bastante irritación en el tono - no es cierto - venga, que nos conocemos, crees que estoy sacando las cosas de quicio – no era una pregunta si no una acusación directa - no pienso que saques las cosas de quicio, pero quizás no deberías planteártelo tanto, dejarlo pasar. Todo el mundo tiene un sueño que se le repite, y es probable que tan solo sea eso - sabia que no debía contarlo, gracias por tu ayuda
Maria dio un ultimo buche al café que tenia delante suyo, dejo el dinero para pagar el café y se levanto de la silla en la que se encontraba. Lo hizo sin mirar atrás. Ahora a parte de su anterior cabreo tendría que sumar uno mas, y es que una de sus amigas la considerara una paranoica. ¿y si en realidad tenia razón? ¿y si solo eran percepciones suyas?¿y si aquello no era mas que otro sueño?. No por supuesto que no. Aquel día había sido su punto de inflexión. Tras lo ocurrido su vida cambio. No fue un día cualquiera, por lo tanto aquel sueño no era un sueño cualquiera, o al menos fue lo que se dijo a si misma.
Subió de nuevo su calle, y volvió a confinarse entre las paredes de su apartamento. Entro demasiado ofuscada como para hacerle muchas carantoñas a keira, así que esta ultima se sentó en un rincón de la estancia observando todos y cada uno de los movimientos que realizaba Maria.
Maria se había quedado pensativa, sentada en el sofá. Acurrucada entre sus piernas. Pronto reparo en su portátil, el cual aun seguía encendido, pero ahora había un pequeño rectángulo pestañeando. Se acerco para mirar que era, y desplegó la ventana.
unos minutos despues
Maria miro la pantalla bastante apenada. Habia esperado durante dias que se conectara para hablar con el y ahora que lo habia hecho ella no estaba alli para contestarle. Se fijo en el estado, y parecia que aun seguia conectado, asi que decidio intentar hablar con el.
Lonely Phantom no respondió a Maria. Miro el reloj, la ultima vez que le había hablado databa de hacia mas de una hora, lo mas seguro era que lo hubiera dejado conectado como ella pero no se encontrara para decirle nada.
Se resigno a que pudiera recibir ninguna respuesta. Se fue a sentarse de nuevo al sofá, sin siquiera hacer ningún otro cambio en el ordenador. Se acomodo y llamo a su perrita para que se acercara. Encendió la televisión con el mando y se dispuso a ver algún programa de cotilleo, con suerte los problemas de los demás la hacían olvidar los suyos propios.
Se quedo embobada mirando la pantalla, aunque en realidad no sabia que había estado viendo la ultima hora que había estado allí. Acariciaba a su perra como si fuera un robot autómata. Era como si se hubiera quedado en stand-by, ni encendida ni apagada, simplemente estaba allí.
Pim...pim
De repente aquella alarma se oyó, y Maria corrió alarmada hacia su ordenador. Por fin Lonely Phantom le había respondido. Tenia tantas ganas de hablar con él, que al saltar del sillón casi se dio de bruces contra el suelo, algo que no pareció impórtale. Su corazón latía desbocado, eran los nervios por aquel ansiado encuentro. Se coloco enfrente de la pantalla y respiro hondo antes de prestar atención a lo que le hubiera escrito. Se dijo a sí misma que necesitaba tranquilizarse, tan poco era nadie imprescindible en su vida. Su impaciencia gano a su parte razonable y sin mas miro la pantalla para leer.
“¿como?, ¿que mierdas hace este conectado?"
“eres crispante, que te importara a ti lo que haga o deje de hacer...“
aquellas palabras trajeron el recuerdo de la frase que momentos antes le habia dicho Tamara “¿no has pensado que a lo mejor sabes la respuesta?”. Respuestas, eso era lo que tenia que buscar. Tenia que averiguar lo que ocurría.
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